If we are sick of seeing and endlessly experiencing the transubstantiation of people into objects—the objectification of human beings as the most effective way to perpetuate the painful brutality of a bruised life—if the habit of striking skin and mind a thousand times over until they grow numb and turn into thing and scab is so deeply ingrained, then the exhibition you are about to experience, Monument to the Family by Abel Azcona, is precisely the opposite. It is about transforming objects into subjects. In this case, he himself becomes the subject through a long and intricate exploration of his family history, from before he existed to the present day and, if possible, beyond. It is a kind of inversion of the process—an extremely complex and delicate one. Bringing inanimate objects to life is not easy. Only processes of sacralization do so, which curiously resemble current technological evolutions that tend to freeze time by endlessly looping in extreme-speed revolutions, unable to advance or halt.
The paradoxical appropriation Abel Azcona makes of the notion of consecration, in order to free himself from his forced objecthood within the search for his identity, also demands a transubstantiation—a conversion of the inert into the living, like bread into flesh or wine into blood.
Abel Azcona’s intricate family tree unfolds in Montehermoso like a vine that inevitably ensnares our emotions, placing us on the edge of a blade he has journeyed up and down for much of his life and that still persists in a perpetual movement of freedom at the very limit. This is not a brief metaphor but an extended and cruel allegory of the moral misery that permeates everything.
Abel Azcona becomes the support for his own works through a wide display of artistic obediences that lend the exhibition interdisciplinary nuances, relying not only on the protagonists of his families but also on the “other” essential relatives of art such as Marina Abramović, Orlan, and other major artists who make their bodies temples of confessional art.
Monument to the Family is not, as its seemingly gentle title might suggest, the name of a statue on a pedestal in a garden, a rigid commemorative object; it is intentionally misleading. Here it becomes a living body, a torrent of tears and silence, an aching body.
Few can emerge unscathed.
Daniel Castillejo
June 2025
Si estamos hartos de ver y experimentar hasta la saciedad la transustanciación de las personas en objetos, la cosificación del ser humano como la manera más eficaz de perpetuar la dolorosa tropelía de una vida amoratada. Si es tal la costumbre mil veces repetida de golpear hasta insensibilizar la piel y la mente y convertirla en cosa y costra, la muestra que están a punto de experimentar, “Monumento a la familia” de Abel Azcona es justo lo contrario. Transformar los objetos en sujetos. En este caso él mismo por medio de una larga e intrincada exploración familiar desde su preexistencia hasta hoy mismo y si cabe, más allá. Se trataría de una involución del proceso extremadamente compleja y delicada. No es fácil dar vida a los objetos inanimados. Tan solo lo hacen, los procesos de sacralización que, curiosamente, se asemejan a las actuales evoluciones tecnológicas que tienden a congelar el tiempo a base de revolucionarse en bucle a velocidad extrema. Sin posibilidad de avanzar ni detenerse.
La apropiación paradójica que realiza Abel Azcona de la noción de consagración para liberarse de su objetualidad forzada, alrededor de la búsqueda de su identidad necesita, también, una transustanciación, una conversión de lo inerte en ser viviente como el pan en carne o el vino en sangre.
El intricado árbol familiar de Abel Azcona se despliega en Montehermoso como una enredadera que atrapa, sin remedio, nuestras emociones situándonos en el filo de una navaja que él ha recorrido de arriba a abajo durante gran parte de su vida y que aún perdura en un movimiento perpetuo de libertad al límite. No hay una breve metáfora aquí sino una extensa y cruel alegoría de la miseria moral que invade todo.
Abel Azcona es el soporte de sus propias obras a través de un amplio despliegue de obediencias artísticas, que dotan a la muestra de matices interdisciplinares apoyándose, asimismo, no solo en los protagonistas de sus familias sino en los “otros” familiares del arte imprescindibles como Marina Abramovic, Orlán y otras grandes artistas que hacen de su cuerpo un templo del arte confesional.
“Monumento a la familia” no es como pudiera parecer, el candoroso título propio de una estatua sobre (un) pedestal en un jardín como un objeto rígido conmemorativo; es pretendidamente engañoso. Aquí se transforma en un cuerpo vivo, en un torrente de lágrimas y silencio, en un cuerpo dolorido.
Pocos pueden salir intactos.
Daniel Castillejo
Junio de 2025
Abel Azcona erects his radical ‘Monument to the Family’ in Vitoria. The Water Deposit at the Montehermoso Cultural Center will host the artist’s exhibition from this Friday, the 27th—a raw autobiographical journey through performance, photography, installation, and drawing. Abel Azcona’s life path has been marked by the pain of abandonment and maternal absence, structural violence and trauma, the search for personal identity, and resilience. More recently, it has also been shaped by reunion.
This succession of experiences and processes, which in turn have shaped the prolific work of an artist he defines as “radically autobiographical,” has culminated in Monument to the Family, an “overwhelming” and “brutal” exhibition that arrives this Friday, the 27th, at the Montehermoso Water Deposit. This is how Daniel Castillejo, the exhibition’s curator, described it on Tuesday while accompanying Azcona during the presentation of his work at the cultural center in Vitoria—a “great womb” that constitutes the “ideal space” to host the exhibition. He also emphasized that it should be seen “several times,” as it is “slow to digest.”
The artist presents a raw journey through the key episodes that have shaped his life and work, using performance, photography, installation, and drawing. It begins with his birth in 1988 at a Madrid clinic, despite his mother—a young prostitute addicted to heroin—having fought to prevent his birth, attempting abortion on three occasions.
The exhibition then explores a childhood and adolescence marked by abuse, kidnapping, the “continuous search” for his mother, and a suicide attempt before reaching adulthood. It also addresses his recent reunion with his biological mother, Isabel, which took place just three months ago at the Círculo de Bellas Artes.
The exhibition includes some of Azcona’s iconic works such as La savia, Empatía y prostitución, Exégesis de la madre, and Volver al padre, as well as pieces created specifically for Montehermoso. It traces a timeline to the present, in which the artist is always “in the middle” of the process, offering his unique perspective on the family environment. A “very personal” and “harsh” project, according to Azcona himself, it can be enjoyed in “one of the most spectacular rooms” he has ever seen—no small feat for an internationally recognized figure in performative art. Curiously, the space is located roughly halfway between Getxo, where the artist currently has his studio, and Pamplona, the city where he grew up and also considers his own.
Monument to the Family will be complemented by another exhibition in the adjacent Jovellanos room at Montehermoso. Titled Archivo Azcona. Proyecto para un monumento, it will feature a substantial collection of documentary material along with audiovisual pieces that the artist has gathered throughout his life. Both exhibitions—described as “a body of work that is profoundly autobiographical, political, and visceral” by Vitoria’s Councillor for Culture, Sonia Díaz de Corcuera—will be open to the public until September 28. In the words of the councillor, it is also “a vital synthesis, a process of reconciliation and confrontation” of Azcona “with his own history and the power systems he has challenged through art.”
Noticias de Álava, June 24, 2025
Abel Azcona erige su radical ‘Monumento a la familia’ en Vitoria.El Depósito de Aguas del centro cultural Montehermoso acoge desde este viernes 27 la muestra del artista, un crudo recorrido autobiográfico a través de la performance, la fotografía, la instalación o el dibujo. El recorrido vital de Abel Azcona ha estado marcado por el dolor del abandono y la ausencia materna, por la violencia estructural y el trauma, por la búsqueda de la identidad propia y la resistencia. De forma más reciente, también por el reencuentro.
Esta sucesión de experiencias y procesos que a su vez han forjado la prolífica obra de un artista “radicalmente autobiográfico”, como él mismo se define, han dado como último fruto 'Monumento a la familia', una “apabullante” y “brutal” exposición que recala desde este viernes 27 en el Depósito de Aguas de Montehermoso. Así la ha calificado este martes Daniel Castillejo, comisario de la muestra, que ha acompañado a Azcona durante la presentación de su trabajo en el centro cultural gasteiztarra, un "gran útero" que constituye el "espacio ideal" para acogerla. Para verla además "varias veces", pues es "de lenta digestión".
El artista presenta un crudo recorrido por los principales episodios que han atravesado su vida y su obra valiéndose de la performance, la fotografía, la instalación o el dibujo. Partiendo desde su nacimiento en 1988 en una clínica de Madrid pese a que su madre, una joven prostituta y adicta a la heroína, había luchado para que no viniera al mundoi ntentando abortar hasta en tres ocasiones.
Recorriendo después una infancia y una juventud marcadas por los abusos, por un secuestro, por la "búsqueda continua" de su progenitora o por un intento de suicidio cuando aún no había alcanzado la mayoría de edad. Pasando también por el reencuentro con esa madre biológica, Isabel, hace hoy apenas tres meses en el Círculo de Bellas Artes.
La exposición contiene piezas ya referenciales de Azcona como ‘La savia’, ‘Empatía y prostitución’, ‘Exégesis de la madre’ o ‘Volver al padre’, así como otras producidas específicamente para Montehermoso, y traza una línea temporal hasta el momento actual en la que el artista siempre se encuentra "en medio" del proceso, ofreciendo su particular mirada al entorno familiar. Un proyecto "muy personal" y "duro", según el propio Azcona, que podrá disfrutarse además en "una de las salas más espectaculares" que él mismo ha tenido la ocasión de conocer, y no han sido pocas tratándose de un referente internacional del arte performativo. Un espacio que, como curiosidad, se encuentra a medio camino de Getxo, donde a día de hoy está el estudio del artista, y Pamplona, la ciudad en la que se crió y que también considera la suya.
‘Monumento a la Familia’ va a completarse con otra muestra en la anexa sala Jovellanos de Montehermoso que, bajo el título ‘Archivo Azcona. Proyecto para un monumento’, recogerá una cantidad notable de material documental acompañado de piezas audiovisuales que el artista ha ido recopilando durante su vida. Ambas exposiciones, "un cuerpo de trabajo profundamente autobiográfico, político y visceral" según la concejala de Cultura en Vitoria, Sonia Díaz de Corcuera, abrirán al público hasta el 28 de septiembre. Se trata, también en palabras de la edil, de "una síntesis vital, un proceso de reconciliación y de enfrentamiento" de Azcona "con su propia historia y con los sistemas de poder que ha desafiado desde el arte".
Noticias de Álava, 24 de junio de 2025.
The Montehermoso Cultural Center hosts an exhibition by Abel Azcona, one of the most radical and committed voices in contemporary art on the international stage. This show brings together a significant selection of his works and performances, pieces that have marked his trajectory over the past years and that form a body of work that is profoundly autobiographical, political, and visceral.
With titles such as La savia, Empatía y prostitución, Exégesis de la madre, or Volver al padre, the exhibition traces the fundamental themes that run through his work: childhood, the body, structural violence, trauma, identity, and resistance. This exhibition is a vital synthesis, a process of reconciliation and confrontation with his own history and with the systems of power he has challenged through art.
Azcona transforms his biography into raw material for an artistic practice that challenges the viewer through discomfort, truth, and memory. This anthology condenses years of work at the limits of performance art, blurring the boundaries between the personal and the political, the intimate and the collective.
The exhibition is also an invitation to pause, to face pain, vulnerability, and resilience head-on; to ask ourselves what place art occupies when it becomes both testimony and struggle.
El Centro Cultural Montehermoso acoge la exposición de Abel Azcona, una de las voces más radicales y comprometidas del arte contemporáneo en el ámbito internacional. Esta muestra reúne un conjunto significativo de sus obras y performances, piezas que han marcado su trayectoria a lo largo de los últimos años y que conforman un cuerpo de trabajo profundamente autobiográfico, político y visceral.
Con títulos como La savia, Empatía y prostitución, Exégesis de la madre o Volver al padre, la exposición traza un recorrido por los ejes fundamentales que han atravesado su obra: la infancia, el cuerpo, la violencia estructural, el trauma, la identidad, la resistencia. Esta exposición es una síntesis vital, un proceso de reconciliación y enfrentamiento con su propia historia y con los sistemas de poder que ha desafiado desde el arte. Azcona convierte su biografía en materia prima para una práctica artística que interpela al espectador desde la incomodidad, la verdad y la memoria. En esta antología se condensan años de trabajo en los límites del arte de acción, desdibujando las fronteras entre lo personal y lo político, lo íntimo y lo colectivo. Esta exposición es también una invitación a detenerse, a mirar de frente el dolor, la vulnerabilidad y la resiliencia; a preguntarnos qué lugar ocupa el arte cuando se convierte en testimonio y en lucha.
Canciones de cuna vacía (2024-2025)
Instalación performativa y sonora.
Cincuenta mujeres que han perdido a sus hijos recién nacidos o a los pocos años de edad, por abandono, enfermedad, fallecimiento o retirada de custodia, cantan canciones de cuna que hubieran cantado a sus niños si la crianza no se hubiera visto interrumpida.
Línea de tiempo (1988-2025)
Objeto, documentos, performance. Selección de línea de tiempo biográfica adecuada a temáticas familiares.
Obra autobiográfica y procesual, al ser creada de manera involuntaria durante os primeros años de infancia y crecimiento del artista. Cada suceso traumático o esencial en la vida del artista queda plasmado en una cronología que supone pauta y motivación de cada proceso vital y creativo.
Un monumento al abandono (2025)
Instalación performativa y objeto.
Obra trenzada en esparto originario de Madrid: misma ciudad del abandono, por el artista en una performance acontecida tras la aparición de la madre que lle abandonó. La pieza incide en el abandono sufrido por el artista y cuestiona en donde queda la herida en el momento de la reaparición.
Placa en la Maternidad de Montesa (2020)
Objeto y performance.
Obra instalada en la Maternidad de Montesa de Madrid —lugar donde nació— como placa rememorando el derecho a no haber nacido y reivindicando el aborto «como una de las mayores medidas de protección a la infancia» que existen cuando, en su caso, Azcona afirma que no debería haber nacido, al haberlo hecho en un entorno de consumos, prostitución y precariedad absoluta.
La hora en que nací (2024)
Objeto, apropiación, instalación y performance.
En una performance Azcona sustrae el reloj de la Maternidad de Montesa en la calle homónima en Madrid, lugar donde nació que además está vinculado al robo de niños durante el franquismo y la acción plantea-denuncia la obligatoriedad de nacer. En una segunda acción prende fuego a la maquinaria del reloj que queda paralizado de manera permanente en la hora en que nació según su partida de nacimiento.
.Mi mamá no me mima (2022)
Papel, crayola y performance.
Papel intervenido con crayola comprada en una librería vinculada a la infancia. Durante horas Azcona interviene en una performance varios papeles con frases como «Mi mamá no me mima» o «No te vayas mamá». El tiempo va desgastando el trazado lo que el artista conecta conceptualmente con la reaparición de la madre en su vida.
Expediente 09872 (1988-2025) - (2008) - (2025)
Objeto, documentos, performance. Selección de documentos con datos familiares.
Obra instalativa y documental creada con el expediente de abandono y adopción de Bienestar Social, clave en la construcción del relato y de base procesual, al ser creada de manera involuntaria durante los primeros años de infancia y crecimiento del artista. A lo largo de más de cien páginas encontramos situaciones concretas que llevaron al desamparo y abandono de Azcona siendo menor. En los documentos se narra el estado de un niño en situación de total abandono, con visibles signos de abuso, descuido y desnutrición, y se aportan testimonios del entorno confirmando que el menor se llegaba a encontrar semanas en total soledad en el apartamento, que no cumplía las condiciones mínimas de habitabilidad. Con esta pieza, Azcona se expone plenamente, y posibilita al espectador conocer e intimar con cada una de las experiencias infantiles y vitales que le han formado como artista y persona. En el año 2025 Azcona regresa mediante una ación al Palacio de Justicia de Pamplona para volver a reclamar el documento completo que se adjunta en la muestra sin intervenciones de performances previas.
Los cien nombres (1988-2014)
Instalación, performance y documento.
Instalación pensada para acompañar la obra creada con el expediente de Bienestar Social de Azcona como guía y ayuda para comprender la multitud nominativa. Abel Luján Gutiérrez, Abel David Lebrijo González, Abel David Azcona Marcos, David Azcona Marcos o Abel David Azcona Ema.
La madre biológica de Azcona decidió el nombre de Abel y, al registrarlo en la Clínica Montesa como propio, fue primeramente Abel Luján Gutiérrez, los apellidos de ella. El menor no es inscrito en el registro civil hasta los cuatro años y, ante el abandono de la madre, su pareja se hace cargo del niño y lo registra como Abel David Lebrijo González, los apellidos de este, a pesar de no ser su padre biológico; estos son, pues, los primeros apellidos que constan en documento legal. A partir de entonces, en diferentes registros y documentos, como el de escolaridad, cambian el segundo apellido por el de Raposo, la nueva pareja de él. A la edad de seis años, empiezan los trámites de adopción, y a los siete años pasa a ser conocido como Abel David Azcona Ema, los apellidos de la madre adoptiva. La familia adoptiva rehúsa usar el nombre de Abel desde la adopción, porque supone un vínculo excesivo con la madre biológica, que eligió el nombre. A los quince años, Azcona es adoptado por el nuevo marido de su madre adoptiva, por lo que se convierte en Abel David Marcos Azcona y, después de un trámite de inversión de apellidos aprobado por la familia, Azcona vuelve al primer nombre y definitivamente es Abel David Azcona Marcos. A la edad de veinte años, decide eliminar legalmente el nombre de David, al no tener ninguna relación con su familia adoptiva, y utilizar nueva y únicamente Abel, como homenaje a su madre biológica y como respuesta a la prohibición e imposición del otro nombre. En el año 2023 al confirmar la madre biológica la falsedad del nombre usado en el parto, Azcona incluye el Abel Gómez Aranda como nombre original previo al utilizado por la madre biológica de manera posterior.
La sombra (2015-2018)
Objeto, fotografía, documentación, instalación y performance. Selección de ocho de las doscientas cuarenta y dos denuncias.
Proyecto artístico, diseñado y gestado en la ciudad de Pamplona —de donde es originario el artista—, como puente y denuncia en torno al abuso infantil, posteriormente desarrollado y performatizado por el propio Azcona en diferentes ciudades de España, como Soria, Bilbao, Madrid o Tarragona. Azcona, haciendo un recorrido por distintos parques de Pamplona, acompañó a veintinueve adultos vinculados a historias de abusos a menores. Las treinta historias iniciales, incluida la de Azcona, construyen una pieza biográfica y crítica, en la que se emplea la fotografía, la instalación y la performance como herramienta catártica colectiva. En la muestra, además de las treinta fotografías —una asociada a cada experiencia personal—, pudimos encontrar una instalación de reproducción real de uno de los parques infantiles dentro del espacio galerístico. En el columpio, Azcona permanecía sentado e invita al espectador a ocupar el otro asiento donde contaba en primera persona cada uno de los relatos de los treinta protagonistas del proyecto, así como el suyo propio.
El hilo negro
Papel, hilo y performance.
Obra performativa de bordado donde el artista Abel Azcona dibuja mediante hilo negro a todos los protagonistas de sus sucesos mas traumáticos. «Retratos en hilo negro de las personas que me violaron. Retratos en hilo negro de las personas que me abandonaron. Retratos en hilo negro de las personas que me prostituyeron. Retratos en hilo negro de las personas que me compraron.»
La casa (2014-2015)
Objeto, fotografía, performance y dibujo.
Selección de dibujos realizados por niños en situación de desprotección mediante el test psicológico de «la casa». Proceso público mediante performance aconteció en una galería de arte de Madrid. Los resultados del test en niños en situaciones extremas de violencia o desamparo coinciden siempre: casas oscuras, sin árboles, sin sol o en los que prevalece un aire de casa abandonada.
La búsqueda (2012-2024)
Performance procesual. Obra completa.
Tras varios meses de búsqueda, Azcona localiza, gracias a la ayuda de técnicos y trabajadores sociales de albergues y samur social, el posible nombre de su madre biológica en diferentes albergues y centros de día, Previamente, para poder buscar en la ciudad de Madrid, el creador debió de contactar con la familia lejana de su madre, que vivía en diferentes pueblos en la ciudad de Dénia en la Comunidad Valenciana. Para preservar la intimidad y plantear a su madre la posibilidad de verse en persona, Azcona contrata y colabora con un mediador familiar que habla directamente con ella en una reunión pactada en un horno cercano a la puerta de Toledo en Madrid, mientras Azcona dibuja la acción.
La última hora (2015)
Performance y fotografía. Selección de fotografía original de la performance.
Durante tres días, Abel Azcona, sus galeristas y el comisario recorrieron las afueras de Roma en busca de una mujer en ejercicio de la prostitución que recordara físicamente a la madre del artista. Cuando la encontraron la invitaron a participar en la performance. La última hora es una obra performativa site specific activada por Abel Azcona el día 16 de noviembre de 2015 en la ciudad de Roma junto a una prostituta llamada Giorgia.
Cortesía de Rossmut Gallery, Roma.
Empatía y prostitución (2012-2013)
Performance, vídeo, fotografía, instalación y objetos. Selección de objetos, instalación y vídeo de la performance.
Bogotá, Madrid y Houston; tres ciclos claramente diferenciados. Azcona trata de buscar, mediante su trabajo, la conexión con una madre prostituta que lo abandonó al nacer y que lo condenó a una vida plagada de sucesos traumáticos. Performance de empatía con el momento justo de su concepción, fruto de un encuentro entre muchos. El artista, al inicio de la performance, sin ropa, en posición fetal y esperando entre sábanas blancas, muestra su fragilidad mientras decenas de personas lo observan y pasan por su cuerpo dejando huella. Violencia, sexo y cariño en manos de desconocidos que avasallan el cuerpo del artista.
El adiós a la madre (2022)
Performance, vídeo e instalación. Vídeo y obra completa.
Vídeo creado a modo de cierre y despedida de las obras de Azcona en torno a la figura materna. Fue gestado para una instalación comisariada por Abramović en el teatro Carré de Ámsterdam, acompañando el vídeo La savia, donde Azcona consumía heroína en una performance, y Empatía y prostitución, en el que se prostituía el cuerpo del artista. Esta obra se creo en la creencia de que la madre había fallecido y como cerramiento.
Obra producida por Marina Abramović Institute.
La savia (2022)
Performance, vídeo, instalación y fotografía.
Obra de performance radical y de resistencia creada a modo de cierre de las obras de Azcona en torno a la figura materna, prostituta y heroinómana. El artista consume por vez primera heroína exponiendo el cuerpo al público, que puede ver su degradación hasta la extenuación. La primera activación fue en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y la segunda, en un formato de larga duración y con interacción del público, en el teatro Carré de Ámsterdam, comisariada por Marina Abramović.
Obra producida por Marina Abramović Institute.
Las madres imaginarias (2022-2023)
Performance, instalación y dibujos.
Más de cien retratos como resultado de un proceso de reflexión, en el que un gran número de personas, huérfanas o sin madre, o con maternidades complejas, describieron cómo sería su madre imaginaria. Mediante performance con un dibujante, esta obra invita al espectador a pensar sobre la persona que ejecuta la maternidad; en el caso de Azcona, una madre en ejercicio de la prostitución, pero también en la necesidad o construcción idealizada del propio huérfano en continua búsqueda.
La muerte de Victoria Luján Gutierrez (2024)
Performance e instalación.
La obra comisariada por el teórico y experto en arte de acción Pedro A. Cruz consistió en el grabado de una lápida original del siglo XIX con el nombre falso utilizado por la madre de Azcona durante años. “Realicé una performance emotiva que colectivicé y volqué en todo el público visitante. Entre todos intervenimos una tumba del siglo XIX con el nombre que hasta hace pocos meses yo creía que era el de mi madre biológica. Al aparecer y tras la prueba de ADN y comprobar que el nombre es otro, el acto ceremonial de grabado de la tumba supone un cierre y una despedida no solo del nombre de manera literal, sino de parte de una herida de abandono, al ahora tener que construir mi relación con mi madre de manera diferente. Es una obra íntima, dolorosa y resiliente y es un adiós a un fantasma construido durante años en torno a la figura de mi madre, a la que conoceré al final de este año en una acción performativa en vivo.”
La madre expuesta (2024)
Video y performance.
Obra creada en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, espacio elegido por la cercanía con el piso de Cáritas donde vive la madre biológica de Azcona. En esta pieza por primera vez la madre pone el cuerpo y realiza una performance un año antes de conocer al artista en persona.
Obra producida por Exabrupto y CAC Málaga.
Habla la madre (2024)
Video y performance.
Obra creada en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, espacio elegido por la cercanía con el piso de Cáritas donde vive la madre biológica de Azcona. En esta pieza por primera vez la madre habla y cuenta en una colección de seis videos su experiencia de vida. Además de dos acciones performativas mediante llamada y lectura de carta escrita.
Obra producida por Exabrupto y CAC Málaga.
La madre blanda (2023-2024)
Performance, instalación, escultura y bocetos.
Una nueva búsqueda, esta vez desde lo pictórico a lo escultórico, confluyendo en lo performativo. Azcona, en interacción creativa junto al artista Antonio Portillo Carbonell, busca, idea y crea una madre ficticia como acompañamiento y suplantación de una posible madre real, inexistente en el caso de Azcona, en aquella fecha. Desde una mirada íntima, ambos artistas construyen e idean, respectivamente, una madre ficticia que abraza, acuna y se abre para entrar en ella, metafórica y literalmente. Durante el año 2023, Azcona convive diariamente con La madre blanda.
Madre e hijo (2025)
Vídeo, performance y peanas utilizadas en la acción.
Performance «Madre e hijo» activada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid donde Azcona y su madre biológica se encontraron por primera vez tras el parto y abandono el 1 de abril de 1988. En esta acción durante una hora ambos comparten el encuentro de manera silente frente a cientos de personas.
Obra producida por el Ministerio de Infancia y Juventud, con la colaboración del Círculo de Bellas Artes, AT Colección y Montehermoso.
La madre elegida (2025)
Fotografía y performance.
Gran impresión fotográfica de la secuencia realizada tras el encuentro en el Círculo de Bellas Artes de Madrid por vez primera entre madre e hijo. Durante los años 2023 y 2025 Azcona realizó la obra Las madres elegidas con encuentros con Tracey Emin, Marina Abramović u ORLAN. En esta misma línea se crea esta obra para cerrar con la madre que realmente parió y Azcona y que el abandonó para volver.
La madre o la no madre (2023)
Video, performance y documento.
Performance realizada en el marco de la exposición «Mis familias 1988-2024» en el Centro de Arte La Panera en Lleida. En esta acción Azcona recibe los resultados enviados al Centro de Arte con la confirmación de la prueba de ADN de la maternidad de Isabel Gómez Aranda. Durante la acción el artista llama a la madre confirmando el positivo al 99,99997 %.
Exégesis de la madre (2024)
Objeto, documentos y performances.
Setenta hojas manuscritas creadas en colaboración con el testimonio en primera persona como relato de vida de Isabel Gómez Aranda. Durante varias semanas se invitó a Isabel a escribir manuscritamente toda su experiencia vital, pero tras varios intentos fallidos el propio estudio del artista la ayudó con el envío de noventa preguntas formuladas por Azcona y la transcripción y construcción del relato transcrito con las respuestas de la madre.
La obra pertenece y es cedida por la colección permanente del MuCAC en Málaga.
Palabra de hermana (2023-2025)
Performance, audios, objeto, cartas, fotografía y peanas utilizadas en la acción.
Obra epistolar compuesta por una secuencia de audios originados en el primer contacto telefónico entre el artista y la hija de Manuel Lebrijo González, padre de Azcona según su partida de nacimiento. Tras la obra Volver al padre, en la que Azcona se encuentra con la figura paterna, Palabra de Hermana surge como un primer intercambio de audios donde ambos protagonistas pactan un intercambio epistolar durante los meses de junio, julio y agosto de 2023, que concluirá con un encuentro mediante performance en las peanas, al igual que el encuentro con el padre de ambos.
Palabra de hermana II (2025)
Objeto, documentos y performance.
Decenas de hojas manuscritas creadas en colaboración con el testimonio en primera persona como relato de vida de Soraya Garcia, hija de Manuel Lebrijo y hermana según los papeles de Azcona. Durante varias semanas se invitó a Soraya a escribir manuscritamente toda su experiencia vital desde el testimonio generado en el intercambio epistolar y el encuentro en persona en las peanas.
Este manuscrito se terminó en la misma fecha que el fallecimiento del padre de Abel y Soraya.
Mi padre violando a mi madre (2025)
Performance, óleo y lienzo.
A principios del año 2025 Azcona tras la lectura de «Exégesis de la madre» o el visionado de «Habla la madre» contacta con la pintora asturiana Breza Cecchini. En un encuentro pactan una secuencia pictórica que tras el encargo sería incluido en la obra de Azcona dentro de las obras y relato en torno a la paternidad, siendo la primera obra biográfica del artista en torno al suceso relatado por la propia madre en otras obras.
Mi padre es uno de los hombres que entran al lugar (2024-2025)
Performance, papel y grafito.
Abel Azcona se sienta durante horas delante de prostíbulos de México, Bogotá o Madrid. Durante la espera dibuja a los hombres que entran al lugar. Esta nueva obra del artista es una búsqueda infructuosa de aquel padre que embarazó a su madre prostituida y desapareció entre más de mil hombres.
Volver al padre (El viaje) (2020)
Performance, vídeo y fotografía.
Performance de viaje junto a la figura paterna estipulada en el expediente de adopción y papeles de abandono: una figura paterna que en realidad no lo es, al ser únicamente pareja esporádica de la madre biológica y conocerlo cuando ya estaba embarazada del propio Azcona. Obra fundamental en torno a la infancia del artista donde Azcona nos plantea cuestiones en torno a la figura paterna y las violencias al hacer el mismo viaje, junto a Manuel, que ambos llevaron a cabo cuando Abel Azcona tenía tres años, en una retirada de custodia en la que Manuel sustrajo y secuestró al niño, y desapareció durante varios meses, hasta ser encontrado por la Policía Nacional en un pequeño pueblo de Extremadura. En esta pieza, Azcona y Manuel vuelven a caminar, construir y deconstruir juntos, repitiendo durante tres días, mediante performance, el recorrido exacto del secuestro treinta años después.
© Estudio Abel Azcona. Abel Azcona | Volver al padre. Volver al padre es una obra performativa, videográfica y fotográfica de Abel Azcona. Etapa audiovisual | El viaje. Idea original: Abel Azcona y Raquel Ruiz Diego. Codirección y producción: Abel Azcona, Raquel Ruiz Diego y Estudio Abel Azcona. Edición y diseño: Jorge Aznar. Foto fija: Lucas Rosa. Vídeo, ayudante de producción y búsqueda de localizaciones: Alejo Rodríguez. Ayudante de producción y sonido: Rocío Rivas Slipak.
Volver al padre II (Performance) (2021-2022)
Performance, instalación, fotografía, vídeo y peanas utilizadas en la acción.
Obra performativa desencadenada en dos peanas en un encuentro en la Sala Amós Salvador de Logroño, de una hora de duración, con la figura paterna estipulada en su expediente de adopción y papeles de abandono: una figura paterna que en realidad no lo es, al ser únicamente pareja esporádica de su madre biológica y conocerlo cuando ya estaba embarazada del propio Azcona. También protagonista de los abusos, el secuestro y los maltratos a Azcona.
Los padres (2016-2020)
Performance, instalación, objeto, testimonios, vídeo y fotografía.
Performatizado por mujeres vinculadas al mundo de la prostitución y dibujantes formados en fisionomía y reconocimiento facial especialmente para la pieza. Decenas de retratos, como resultado de un proceso de más de cuatro años de duración, en el que más de cien mujeres que ejercieron la prostitución en el pasado, de diez nacionalidades diferentes, se han sentado, literalmente, en una mesa interminable instalada en diferentes galerías y museos de España y Latinoamérica. Una pieza que invita al espectador a reflexionar sobre la paternidad; en el caso de Azcona, un padre desconocido y una madre en ejercicio de la prostitución durante casi toda su vida.
Los cuidados (2023-2024)
Objetos y documentos.
Obra objeto creada durante los años 2023 y 2024. Azcona contacta mediante carta o telefónicamente con veinte personas vinculadas a sus antiguos procesos artísticos. Galeristas, artistas y amigos que han ayudado y cuidado al artista durante sus performances escriben cartas contando los relatos de cuidados. Azcona crea esta pieza en contraste con la falta de cuidados recibidos durante su infancia y en referencia al concepto adoptado en 2023 del arte como la familia elegida.
El perdón (2005-2022)
Objeto y documento.Obra objeto compuesta por una carta de su profesora de historia del arte en la Escuela de
Arte de Pamplona. En el año 2015 la ciudad de Pamplona dedica al artista una muestra retrospectiva con una amplia selección de obras. El día de la inauguración de la exposición, la profesora, metafórica y simbólicamente, pidió disculpas por haber puesto la primera piedra del conocimiento sobre la performance, herramienta fundamental en la manera de entender el arte para el creador; una disculpa que se entiende desde la mirada radical y la polémica que levanta la obra de Azcona. Años después, en 2022, la disculpa simbólica se materializa en una carta enviada al estudio de Azcona firmada por la propia profesora. El artista convierte esa carta en una obra artística, como objeto y detonante de su propio proceso creativo. Cortesía de AT Colección, Santander.
La primera acción o La silla de la Escuela de Arte (2005-2025)
Objeto y performance.
Obra objeto compuesta por la silla original donde Azcona realizó su primera performance en la ciudad de Pamplona. En el año 2005, Azcona realiza la que, según la crítica, ha sido su primera acción artística. En ella, tras un periodo de ingreso en dos clínicas psiquiátricas, interrumpe el tráfico en la avenida del Ejército, en la ciudad de Pamplona, sentado en una silla y en plena desnudez. Al ser alumno de la Escuela de Arte de Pamplona, una de sus profesoras se interesa por el hecho y lo describe como una pieza artística o performance; aquel es el detonante del interés de Azcona por la disciplina. En 2025 la silla es localizada en el almacén de la sala de Exposiciones de la Escuela y convertida en obra instalativa por el artista. Cortesía de AT Colección, Santander.
Las madres elegidas (2023-2024)
Performance y fotografía.
Obra fotográfica generada mediante encuentros performativos en colaboración con las «madres de la performance». Azcona, en su nueva obra, en 2023, habiendo cerrado el ciclo de piezas discursivas en torno a la figura de su padre y su madre, crea desde el concepto de la familia elegida; en su caso, el arte y la performance. Pieza ideada a modo de homenaje y gracias a la amistad y colaboración de todas las artistas como Yoko Ono, Tracey Emin, Valie Export, ORLAN o Marina Abramović, entre otras.
Los maestros: Carl André. Homenaje a Ana Mendieta (2023)
Performance, apropiación, falsificación, instalación y objeto.
En esta performance Azcona interacciona de manera violenta con diferentes reproducciones o falsificaciones creadas por el artista, de reconocidas pieza de Carl André, Pablo Picasso o Diego rivera, entre otros. La instalacion de Carl André fue golpeada e intervenida posteriormente por decenas de artistas con experiencias de violencia en el marco de la Bienal de Barcelona. Desde la ausencia de su figura materna, realiza una nueva obra en colaboración con las grandes madres de la historia de la performance: Marina Abramović, ORLAN, Tracey Emin o Yoko Ono. Al no poder realizar la obra directamente con Mendieta al haber sido asesinada decide crear esta nueva obra como conexión y homenaje a la artista, así como crítica y denuncia. La figura de la maternidad y las violencias son una constante en la obra de Azcona ya que su madre fue abusada y prostituida en su noche de gestación. De esa manera Los maestros se vuelve un homenaje en detrimento de la figura de grandes artistas que han matado o maltratado a sus mujeres, desde la figura de musa hasta la violencia física. Azcona realiza esta obra con la figura de su madre en la memoria, que fue maltratada y violada durante su propia gestación. Obra creada y cedida por La Bienal de Barcelona.
Los maestros: Pablo Picasso. Homenaje a Françoise Gilot (2024)
«Tu labor consiste en permanecer a mi lado, en cuidar de mí y de los niños (...) Me tiene sin cuidado que eso te haga feliz o desgraciada.»
Pablo Picasso
Performance, apropiación, falsificación, instalación y objeto.
En esta performance Azcona interacciona de manera violenta con diferentes reproducciones o falsificaciones creadas por el artista, de reconocidas pieza de Carl André, Pablo Picasso o Diego rivera, entre otros. La pieza pictórica de Pablo Picasso fue golpeada e intervenida posteriormente por decenas de artistas con experiencias de violencia en el marco de la muestra en la Galeria Nacional de Costa Rica. Desde la ausencia de su figura materna, realiza una nueva obra en colaboración con las grandes madres de la historia de la performance: Marina Abramović, ORLAN, Tracey Emin o Yoko Ono. Al no poder realizar la obra directamente con Mendieta al haber sido asesinada decide crear esta nueva obra como conexión y homenaje a la artista, así como crítica y denuncia. La figura de la maternidad y las violencias son una constante en la obra de Azcona ya que su madre fue abusada y prostituida en su noche de gestación. De esa manera Los maestros se vuelve un homenaje en detrimento de la figura de grandes artistas que han matado o maltratado a sus mujeres, desde la figura de musa hasta la violencia física. Azcona realiza esta obra con la figura de su madre en la memoria, que fue maltratada y violada durante su propia gestación.
Dos mesas de trabajo (2025 )
Documentos, performance, archivos y peanas por utilizar.
Mesas de trabajo creadas site-specific para la muestra «Monumento a la familia» en Montehermoso donde se muestran todas las obras sin concluir en torno a la búsqueda de Azcona en torno las dos familias por resolver. Una mesa en torno a la figura de la madre adoptiva y su posterior abandono y regreso. Y otra dirigida al proceso iniciado con la segunda madre o Arancha, protagonista de muchas de las violencias sufridas por el artista.
Las llaves (2024)
Objeto, performance.
Las llaves es una pieza objeto y performativa expuesta por primera vez en el marco de la muestra Abel Azcona. El papel de la familia en el Cuartel de Artillería de Murcia. La pieza está creada con las llaves originales de la casa de su familia adoptiva. Cuando Azcona abandona el domicilio para siempre, la familia adoptiva cambia las llaves de la casa. Así el artista rehace con esta obra esa situación de nuevo abandono. Las llaves en 2024 son arrojadas en una acción a un río y antes de deshacerse de ellas Azcona graba la memoria de la llave en placas de metal en el marco de la acción en su propia exposición.
Jesús y María (1992-2011)
Objeto, documentación, performance y dibujo.
Obra objeto creada a partir de tres procesos claramente diferenciados. El primer proceso es la búsqueda del expediente de adopción, durante la cual el artista consiguió decenas de documentos y las primeras partidas de nacimiento y registro, que habían sido suprimidas y retiradas del registro civil; durante esa búsqueda, al fin consigue uno de los registros oficiales, donde es inscrito como hijo de Jesús y de María, lo que evidencia la gran herencia católica de las instituciones. El segundo proceso son las fotografías en la parroquia de San Vicente de Paúl de Pamplona. Finalmente, en el último proceso encontramos un retrato del artista, creado desde sus propias facciones y las de un posible padre desconocido. Pero, al haber sido registrado como hijo de Jesús, de una manera metafórica, crítica e irónica, encontramos este dibujo en una fusión fisonómica de aquel padre ficticio que las instituciones católicas forzaron y el rostro del propio artista.
Los libros de familia o las fotografías que mi madre adoptiva arrojó a la basura
(1992-2023)
Objeto, fotografía, performance e instalación.
Obra objeto desencadenada mediante un encuentro de escasos minutos entre Azcona y su madre adoptiva en la avenida Bayona de Pamplona, frente al antiguo videoclub El Policarpo, en la que ella depositó, casi sin mediar palabra, una bolsa grande de basura llena de fotografías sueltas y amontonadas, retiradas de todos los álbumes familiares. Azcona recogió la bolsa con más de trescientas fotografías y la guardó sin usarla hasta el año 2023, cuando decide, en el marco de la exposición actual, concebir una nueva obra, revisitando cada una de las fotografías y creando cinco álbumes familiares nuevos o libros de familia. Mediante un acto performativo, Azcona ha intervenido en el álbum describiendo cada imagen mostrada.
Madre e hijo II (2025)
Performance procesual mediante archivo, documentos y objetos.
En el año 2015 tras el encuentro de Azcona con su madre biológica Azcona abre el proceso con la segunda madre o Arancha, la madre que cuidó a Azcona tras el viaje a Pamplona con Manuel Lebrijo. Como inicio de esta obra Azcona comienza un intercambio epistolar mediante performance donde narra su visión personal construida a través del relato y testimonio de otros. Tras el fracaso por carta Azcona se enfrenta a ella en una performance forzada creada el 10 de septiembre de 2025.