More than 25 million people have forcibly left their homes. Most are unable to return to their countries out of a well-founded fear of persecution for race, religion, nationality, membership of a particular social group, or political opinion reasons.
Since 2015 «The Miracle» project created by artist Abel Azcona has been carried out in twenty-four locations and beaches in the Mediterranean Sea. From Marseille to Lesbos, passing through Nice or Palermo. A performative and installative project where the artist seeks a first-person reflection imbued with social criticism. More than two thousand people have actively participated in the actions, all of them walked for hours in their cities, to symbolically end up inside the water until they were covered by it.
Each of the participants has made an internal journey in the performance in order to empathize with one of the horrors that has caused the most fatalities in the last decade. Thousands of bodies of women, men and children have perished in the seas without any recognition or feeling of guilt for an anesthetized and cruel society. With this artistic work, the participants carried out a first-person process that lasted several hours, ending up on the beach forming an installation of hundreds of bodies, without ever losing all the real victims from their memories. This action was born as a tool for empowerment, criticism and joint fight.
The first of the actions was carried out with thirty volunteers in the city of Tarragona on October 14, 2015 and the action was reactivated in twenty-four different cities until it was closed with one last performance in 2017, with almost one hundred people touring the city of Tarragona again. People of more than fifteen different nationalities. American, Finnish, Swedish, Australian, French, Mexican, English, Spanish, Filipino, Italian, Moroccan, Syrian, Dutch, Colombian and Argentine walkers denounced with their own floating bodies in the Mediterranean water, as a symbol of union and empowerment. This latest performance designed and created jointly by artist Amanda Palmer and artist Abel Azcona together with all the participants, was part of the audiovisual project of both artists in tribute to Aylan Kurdi.
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Más de 25 millones de personas han abandonado su hogar a la fuerza. La mayoría no pueden regresar a su país de origen por un temor bien fundado a la persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social determinado u opinión política.
Desde el 2015 el proyecto «El Milagro» creado por el artista Abel Azcona ha sido realizado en veinticuatro localizaciones y playas del mar Mediterráneo. Desde Marsella hasta Lesbos, pasando por Niza o Palermo. Un proyecto performativo e instalativo donde el artista busca una reflexión en primera persona impregnada de crítica social. Más de dos mil personas han participado activamente en las acciones, todas ellas caminando durante horas en sus ciudades de origen, para terminar de forma simbólica en el interior del agua hasta ser cubiertos por la misma.
Cada uno de los participantes ha realizado en la performance un viaje interno con el fin de empatizar con uno de los horrores que más víctimas mortales ha causado en la última década. Miles de cuerpos de mujeres, hombres y niños han perecido en los mares sin ningún reconocimiento ni sentimiento de culpa por una sociedad anestesiada y cruel. Con esta obra artística, los participantes realizan un proceso en primera persona de varias horas de duración, hasta terminar en la playa formando una instalación de cientos de cuerpos, sin perder en ningún momento a todas las víctimas reales de su memoria. Esta acción nace como una herramienta de empoderamiento, crítica y lucha común.
La primera de las acciones se desarrolló con treinta voluntarios en la ciudad de Tarragona el 14 de octubre de 2015 y la acción se reactivo en veinticuatro ciudades diferentes hasta cerrarse de nuevo en una última performance en 2017, con casi cien personas recorriendo de nuevo la ciudad de Tarragona. Todos ellos, de más de quince nacionalidades diferentes. Caminantes estadounidenses, finlandeses, suecos, australianos, franceses, mexicanos, ingleses, españoles, filipinos, italianos, marroquíes, sirios, holandeses, colombianos y argentinos denunciaron con sus propios cuerpos flotantes en el agua del mediterráneo, como símbolo de unión y empoderamiento. Esta última performance diseñada y creada en común por la artista Amanda Palmer y el artista Abel Azcona junto a todos los participantes, formó parte del proyecto audiovisual de ambos artistas en homenaje a Aylan Kurdi.
Videos of the first performance in October 2015 and the last one in the year 2017 as part of the video piece and collaboration with Amanda Palmer. Both videos part of the complete piece “The Miracle”.
Videos de la primera performance en octubre de 2015 y la última en el año 2017 como parte de la pieza de video y colaboración con Amanda Palmer. Ambos videos parte de la pieza completa “El Milagro”.
“The work was exhibited in its entirety in The Grey Square in the city of Tarragona with more than 1000 kg of sand from the same beach as the action. Photography and Video: Polarizador Estudio and Rubén Perdomo.
La obra fue expuesto de forma completa en The Grey Square en la ciudad de Tarragona con más de 1000 Kg. de arena de la misma playa de la acción. Fotografía y Video: Polarizador Estudio y Rubén Perdomo.
Filming and documentation process of the last performance in the city of Tarragona, 2017.
Proceso de rodaje y documentación de la última performance en la ciudad de Tarragona, 2017.
A space of a few square meters witnessed a cathartic rite of personal search around fear, abuse and abandonment. All the participants reflected through the body and the word unfinished processes of crossed feelings with themes such as mental or physical illness, abuse or the absence of family.
An introspective construction, which somehow ended with a journey to the sea. Inside, each one of them worked a liberation from this process that ended in the water or perhaps started in it in a different way. An exhibition that invites us spectators to walk and reflect about a human conflict and why not, a much more personal conflict.
Un espacio de pocos metros cuadrados fue testigo de un rito catártico de búsqueda personal en torno al miedo, al abuso y al abandono. Todas las participantes reflejaron mediante el cuerpo y la palabra procesos inacabados de sentimientos cruzados con temáticas como la enfermedad mental o física, el maltrato o la ausencia de familia. Una construcción introspectiva, que de alguna forma terminó con un recorrido hasta el mar. En el interior, cada uno de ellos, trabajó una liberación de este proceso que terminó en el agua o quizás comenzó pero de una forma diferente. Una muestra que nos invita a los espectadores a caminar, reflexionar y “mojarnos” en torno a un conflicto humano y porque no, a un conflicto mucho más personal.
Photographs of The Miracle in different cities and exhibition with all the processes, the installation with sand from different locations and testimonies of different refugees and guests.
Fotografías de El Milagro en diferentes ciudades y exposición con todos los procesos, la instalación de arena de diferentes localizaciones y testimonios de diferentes refugiados e invitados.