La Vergüenza es una obra de arte procesual diseñada y desarrollada por el artista Abel Azcona en diferentes ciudades a lo largo del muro de Cisjordania, mediante performance, video y fotografía. Durante una semana el artista recorrió el muro que divide Israel de Palestina instalando fragmentos del muro de Berlín, previamente adquiridos en una subasta y a dos coleccionistas de objetos históricos. Abel Azcona quiere en este proyecto recordar la memoria. Según diferentes estudios, uno de cada dos niños que han sufrido maltrato o abusos como él, recibe una herencia obligada que lo convierte en maltratador y abusador en la edad adulta. Azcona se interesa desde su experiencia personal, entre la conexión entre víctima y verdugo. Uno de los mayores conflictos internacionalmente existe en la actualidad en Cisjordania. Tierra que fue saqueada y repartida, sin pensar en sus habitantes. La acción de Azcona representa "la piedra" en el zapato del Gobierno de Israel. Que en vez de curar y reparar, somete a otro pueblo decenas de años después. La víctima se vuelve verdugo. El abusador abusado. Desde hoy a lo largo de todo el muro de hormigón de Cisjordania, hay fragmentos del muro de Berlín, para que no olvídenos la historia. Una historia terrible que se vuelve a repetir. Los muros tienen memoria, y ahora más que nunca.